En la era digital, este artículo contrasta la privacidad —las promesas de las empresas de proteger los datos recogidos— con el anonimato, que impide la recopilación de datos desde el principio. Aboga por el anonimato como arquitectura fundamental en tecnología y marketing para 2025, impulsado por regulaciones como el RGPD en España, amenazas cibernéticas crecientes y tecnologías como las pruebas de conocimiento cero. Este cambio promete ventajas competitivas a través de la confianza y la innovación, beneficiando directamente a la economía española al fortalecer la protección de datos de los ciudadanos y posicionar a empresas locales en el mercado global.