La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) anunció el lunes la prohibición de todos los drones y componentes críticos fabricados en países extranjeros, por preocupaciones de seguridad nacional. Esto afecta directamente a España, cuyo sector de drones y tecnología de vigilancia depende en gran medida de importaciones chinas, amenazando la cadena de suministro europea, elevando costes para empresas españolas y obligando a buscar alternativas locales para proteger la soberanía tecnológica y la economía de la UE.