Informes de investigación han revelado que las cámaras con IA de Flock Safety quedaron expuestas en línea, permitiendo accesos y controles no autorizados que comprometen la privacidad. En medio de su rápida expansión y el intercambio de datos con agencias federales, los críticos denuncian un exceso de vigilancia y fallos de seguridad. Las comunidades resisten exigiendo responsabilidad para equilibrar la lucha contra el crimen con las libertades civiles, un debate que resuena en España donde el uso creciente de videovigilancia urbana plantea riesgos similares para los ciudadanos españoles y su protección de datos bajo el RGPD, amenazando la economía digital y la confianza social.