Google anuncia el fin de los informes de dark web que notificaban a los usuarios sobre datos filtrados, argumentando que carecían de "pasos siguientes útiles". Esta decisión impacta directamente a los ciudadanos españoles, cuya economía digital y privacidad se ven más expuestas ante el auge de ciberataques en la Unión Europea, complicando la protección de datos personales en un contexto donde España registra un aumento del 30% en brechas de seguridad.